10 jul 2012

Nicolas Guillen, cerebro y corazón

CULTURA
Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre, hijo del periodista Nicolás Guillén Urra y de su esposa Argelia Batista Arrieta. 
Trabajó como tipógrafo antes de dedicarse al periodismo y darse a conocer como escritor. Desde su juventud participó intensamente en la vida cultural y política cubana, lo que le costó el exilio en varias ocasiones. Ingresó en el Partido Comunista en 1937, y tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 desempeñó cargos y misiones diplomáticas de relieve.
Su padre murió, a manos de soldados que reprimían una revuelta política, en 1917, y eso significó la ruina económica de la familia, por lo que su madre tuvo que ocuparse de sus hijos.

La madre, una mujer de carácter y valor, se encargó de la formación de sus hijos y del hogar. El recuerdo del padre fue conservado siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del cincuenta, lo evocaría intensamente en su "Elegía camagüeyana". Por lo demás, su familia tenía un elevado nivel cultural y social.

El joven Guillén termina sus estudios de bachillerato alrededor de 1919 y comienza a publicar sus versos en 1920, y colabora con revistas como Camagüey Gráfico, en su ciudad natal, y en Orto, de Manzanillo. En 1922 conforma un volumen de poesía, Cerebro y corazón, marcado por la estética del modernismo, pero no llega a publicarlo en ese momento, y sólo verá la luz cuando, medio siglo más tarde, aproximadamente, aparezcan sus Obras completas. 

También en 1922 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó en breve, desencantado por la situación deprimente de ese centro de estudios, impresión que dejó reflejada en un poema, Al margen de mis libros de estudio, en el que satiriza la mediocridad de la vida universitaria que conociera (este texto, publicado en el número inaugural de la revista Alma Mater, en cuya directiva figuraba Julio Antonio Mella, tuvo una cierta notoriedad en el momento). 

De regreso a Camagüey, Guillén organiza y dirige la revista Lys, que tendrá muy poca duración. En Camagüey se desempeña en diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas en el periódico El Camagüeyano, y luego el de redactor de mesa en ese mismo diario. Allí estuvo a cargo de una sección, «Pisto Manchego», en la que el joven periodista mezclaba, con sumo gracejo, temas de actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales. También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey.

Inició su producción literaria en el ámbito del posmodernismo y la afianzó en el de las experiencias vanguardistas de los años veinte, en cuyo contexto se convirtió pronto en el representante más destacado de la poesía negra o afroantillana. Sin renunciar a otras posibilidades, en Motivos de son (1930), Sóngoro cosongo. Poemas mulatos (1931), West Indies Ltd. (1934) y poemas dispersos en libros posteriores, usó todos los recursos característicos de esa poesía con la voluntad de lograr una expresión auténtica para una cultura mulata, la propia de un país mulato como él mismo, y manifestó una preocupación social que se fue acentuando con el paso de los años.